PROPÓSITO DEL 2 DE ABRIL, DÍA EN QUE SE BUSCA GENERAR CONSCIENCIA SOBRE ESTA CONDICIÓN MÉDICA, CÓMO PUEDE EL CANNABIS MEDICINAL AYUDAR EN EL CONTROL DE SUS SÍNTOMAS?
El 2 abril está designado como el Día Internacional para generar conciencia sobre TEA, los trastornos del espectro autista, del que, a pesar de ser mucho más común de lo que sospechamos en diferentes niveles, aún hay mucho desconocimiento.
El TEA se trata de un trastorno multifactorial y generalizado del neurodesarrollo definido por los síntomas centrales de deterioro significativo en la interacción social y la comunicación; así como patrones de comportamiento restrictivos y repetitivos. Además de estos comportamientos básicos, las personas con TEA con frecuencia tienen trastornos conductuales y comorbilidades asociadas como hiperactividad, autolesiones, agresión, inquietud, ansiedad, trastornos del sueño y epilepsia.
El diagnóstico de TEA se da a través de la evaluación subjetiva de los síntomas conductuales. También, se debe realizar una exploración física y neurológica completas, con pruebas de visión y audición. Hay evidencia de la existencia de múltiples fenotipos que pueden producir los síntomas característicos de este trastorno.
Actualmente, no se conocen todas las causas del TEA y se habla de factores ambientales, biológicos y genéticos. El TEA ocurre en todos los grupos raciales, étnicos y socioeconómicos, pero es 4.5 veces más frecuente en los niños que en las niñas.
A nivel mundial se calcula que uno de cada 160 niños y niñas tiene un tipo de TEA. Esta estimación representa una cifra media, pues la prevalencia observada varía considerablemente entre los distintos estudios. En las últimas tres décadas, ha habido un aumento de tres veces en el número de niños diagnosticados con TEA en todo el mundo. En lo que respecta a México, se estima que al menos 400 mil niños y niñas tienen un TEA, de los cuales muy pocos reciben un tratamiento adecuado.
Dada la prevalencia y el impacto significativo que puede tener el TEA, es fácil entender por qué tantos padres, cuidadores y familiares están buscando alternativas que puedan ayudar a controlar los síntomas conductuales y comorbilidades que afectan a los pacientes con TEA. De acuerdo con un estudio1, una de esas intervenciones ha sido el uso de medicinas basadas en cannabinoides, principalmente con productos enriquecidos en cannabidiol (CBD). Los datos preclínicos y clínicos sugieren que la intervención con cannabis medicinal tiene potencial terapéutico entre algunas personas con TEA y, en general, es bien tolerado. Dicho esto, la experiencia clínica ha demostrado que, si bien el CBD puede proveer ciertos efectos terapéuticos, es difícil identificar qué pacientes experimentaron ese beneficio y qué pacientes, a su vez, pueden desarrollar efectos secundarios intolerables.
Finalmente, otro estudio más reciente realizado en Israel mostró que, de 188 pacientes con TEA estudiados entre 2015 y 2017, 155 continuaban con el tratamiento activo (82.4%) a los seis meses, y de estos, 93 fueron analizados (60%), encontrando que hubo una mejoría significativa de los síntomas en el 30.1% de la población, mejoría moderada en 53.7%, mejoría leve en 6.4% y no hubo mejoría alguna en el 8.6% de los pacientes. En el 25% de los casos se presentó al menos un efecto secundario leve y transitorio. Los investigadores concluyeron que los cannabinoides (principalmente el CBD) parecen ser seguros, bien tolerados y efectivos para el control de ciertos síntomas como agitación, ansiedad, inquietud, crisis convulsivas, estado del ánimo y, en general, en la calidad de vida de los pacientes con TEA.
Por lo tanto, y para concluir, podemos decir que, en la actualidad, los datos preclínicos y clínicos exponen que el cannabis medicinal tiene un gran potencial terapéutico en personas con TEA y que en general es bien tolerado. A pesar de esto, se requiere más investigación clínica para identificar mejor a los pacientes que podrían beneficiarse del tratamiento sin generar efectos que pudieran ser perjudiciales a largo plazo, sobretodo al tratarse del uso de cannabis medicinal en población pediátrica.