La planta de Cannabis sativa está compuesta por más de 500 compuestos químicos, entre los que se encuentran el THC y el CBD, que son los cannabinoides más abundantes y estudiados en seres humanos. Estos cannabinoides tienen características propias y efectos terapéuticos específicos. Así, por ejemplo, el THC a dosis bajas, ha mostrado ser útil para el control del dolor crónico neuropático, reducir las náuseas y el vómito secundarios a la quimioterapia e incrementar el apetito en pacientes con VIH y cáncer, entre otros. Por su parte, el CBD ha mostrado tener propiedades antiinflamatorias, ansiolíticas (baja los niveles de ansiedad), neuroprotectoras y un importante control en las crisis convulsivas de pacientes con epilepsias refractarias. Pero, y en el deporte, ¿qué se sabe sobre los efectos de los cannabinoides? La Dra. Mafer Arboleda, experta en cannabis medicinal, nos lo aclara.
En la actualidad, cada vez es más frecuente escuchar que los cannabinoides sirven para potencializar el rendimiento físico en atletas, recuperar los músculos y tejidos lesionados, mejorar la ansiedad y calidad de sueño de los deportistas, etc. Inclusive, el tema del cannabis en el deporte ha generado controversia significativa, a tal punto que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), en el 2018, decidió remover el CBD de la lista de sustancias prohibidas para su uso en competencias [1]. No así al THC, donde concentraciones mayores a 150 ng/ml en orina, siguen representando una violación a las reglas antidopaje. Sin embargo, a pesar de toda esta información anecdótica y empírica que se ha difundido, todavía no se ha comprobado, ni está respaldado por investigación clínica de buena calidad, que el uso de cannabinoides, tanto THC como CBD, mejore el rendimiento atlético o tenga algún efecto benéfico sobre los tejidos lesionados en humanos, aun cuando históricamente ha sido consumido por deportistas de manera frecuente.
En una revisión sistemática de la literatura se encontró que de 46,000 atletas de diferentes edades y practicando diversos deportes, el 23% habían consumido alguna forma de cannabis en el último año[2]. Esto generado por la idea de los posibles beneficios que les pueden traer los cannabinoides en cuanto a calidad de sueño, control de ansiedad y estado del ánimo, efecto relajante muscular, recuperación del ejercicio, control del dolor, recuperación tras una contusión, estrés, euforia, mejoría en la inflamación muscular y de articulaciones.
Por otra parte, una encuesta realizada en 2019 mostró que, de 1,161 participantes, el 26% reportaron consumo actual de cannabis, y de estos, el 63% reportó hacer ejercicio al menos 5 o 7 veces a la semana. Más del 50% de estos atletas reportaron tener dolor crónico[3].
Por el momento conocemos que los resultados de la investigación clínica en seres humanos no respaldan los beneficios de consumir THC en el deporte, al contrario, concluyen, en los pocos estudios realizados (los cuales se llevaron a cabo hace más de 30 años), que se obstaculiza el rendimiento físico al reducir la resistencia, aumentar la frecuencia cardíaca y respiratoria, reducir la habilidad de mantener el esfuerzo, capacidad física y generar una mayor demanda miocárdica de oxígeno[3]. De forma predominante se muestra un efecto ergolítico (efecto perjudicial sobre el rendimiento físico) y un mayor grado de taquicardia, hipotensión ortostática y fatiga acelerada.
Con respecto al CBD, los resultados pueden ser prometedores para los atletas, ya que en estudios preclínicos (modelos animales principalmente) se han observado efectos antiinflamatorios, neuroprotectores y analgésicos. Sin embargo, esto no se debe extrapolar aún a posibles efectos que beneficien al deportista. “Todavía nos hace falta desarrollar estudios clínicos en humanos que demuestren si realmente el CBD tiene estos efectos terapéuticos específicos para los deportistas” explica la Dra. Arboleda.
También se ha propuesto el efecto del CBD para la recuperación de los tejidos musculoesqueléticos lesionados, pero nuevamente, es en estudios realizados a modelos animales y tejido celular. Aún se requiere desarrollar investigación clínica, con estudios controlados y bien diseñados, que confirmen estos hallazgos sobre los efectos del CBD en los deportistas.
Los deportistas buscan ser ejemplo de salud y bienestar; esto a consecuencia del trabajo físico, una buena nutrición, descanso y trabajo mental. Desafortunadamente, las tendencias y “modas” marcadas por la mercadotecnia han abierto nuevos caminos para alcanzar objetivos sociales, psicológicos, físicos o de pertenencia, a través del consumo de sustancias no autorizadas, no probadas y de baja calidad, poniendo en riesgo su propia salud y en algunos casos, su carrera profesional.
Es de suma importancia tener en cuenta la calidad de los productos derivados de cannabis que se consumen, ya que en algunos países (ej. Estados Unidos de América) son considerados como suplementos alimenticios sin un control estricto de calidad que demuestre origen, componentes, contaminantes, o inclusive si la cantidad de CBD que contienen corresponde realmente a la marcada en la etiqueta del frasco. Como se demostró en un estudio realizado en 2017[5], donde se adquirieron en línea 84 productos de 31 compañías y se analizó la concentración de cannabinoides y contaminantes de estos:
Por todo lo anterior, es fundamental cuidar de la salud de los atletas y se deben considerar cuestiones éticas y regulatorias antes de recomendar el uso de cannabinoides en medicina del deporte.
Fuente bibliográfica