¿CUÁLES SON SUS POSIBLES EFECTOS?
Cada vez son más las mujeres que optan por consumir cannabis medicinal como una alternativa natural para controlar las molestias más comunes que surgen durante el embarazo y postparto; sin embargo, aún no hay investigaciones suficientes y de buena calidad que respalden su efectividad y, por el contrario, hay algunas que ponen en duda su uso por los efectos negativos que podrían tener en el bebé, según explica la Dra. Mafer Arboleda, anestesióloga con especialidad en dolor crónico y cuidados paliativos, experta en cannabis medicinal.
De acuerdo con algunos estudios, ha habido un incremento en el consumo de cannabis durante el embarazo, de 2.37% en el 2002 a un 3.85% en el 2014, y hasta un 7.1% en 2016 . Esta prevalencia de consumo está muy por debajo de los valores reales, teniendo en cuenta que en el 50% de los casos el hallazgo del uso de cannabis durante el embarazo se da por toxicología, y no porque la paciente lo reporte de forma espontánea. Algunos de los motivos por los que estas mujeres embarazadas consumen cannabis son para el control de la ansiedad y depresión, aliviar el dolor y, sobre todo, para el manejo de las náuseas y el vómito.
En una encuesta realizada a mujeres que usaban cannabis durante el embarazo, el 68% lo utilizaban para el control de las náuseas y el vómito, donde la mayoría (el 92%) encontraban el uso de cannabis “efectivo” o “extremadamente efectivo” . Contrario a este resultado y de forma paradójica, se ha reportado que el consumo de cannabis antes del embarazo se ha asociado con un incremento en los reportes de náuseas durante esta etapa. Además, se ha visto que el consumo frecuente y en altas cantidades puede incrementar el riesgo de desarrollar Síndrome de Hiperemesis Cannabinoide (episodios cíclicos de vómitos que son verdaderamente difíciles de controlar). “Por ahora, no se recomienda el uso de cannabis para el control de nauseas y vómito asociadas con el embarazo. Existen otras medidas más seguras y efectivas para tratar este problema” comenta la Dra. Arboleda.
Por otra parte, estudios realizados en modelos animales han demostrado que la administración de concentraciones moderadas de THC durante el embarazo y/o lactancia puede tener efectos a largo plazo en el bebé, incluso un aumento de la sensibilidad al estrés y patrones anormales de interacciones sociales. Un tercio del THC que se encuentra en el plasma materno cruza la placenta, y se excreta a través de la lecha materna, pues se ha visto en orina y materia fecal del bebé. Sin embargo, los resultados de los estudios sobre la exposición al cannabis durante la lactancia son confusos y hay muy poca investigación desarrollada al respecto. Por ahora, no se puede recomendar “en contra” de la lactancia mientras se consume marihuana, pero sí se debe tener en cuenta que incrementa el riesgo de comprometerse el neurodesarrollo en estos bebés. Todo este asunto continúa siendo un importante debate, y hay quienes comentan que puede ser más riesgoso para el bebé no lactar.
Ahora bien, la investigación con seres humanos ha demostrado que algunos hijos de madres que consumieron cannabis durante el embarazo, presentan bajo peso al nacer, nacen antes de tiempo (parto pretérmino), tienen menor perímetro cefálico (circunferencia de la cabeza), respuestas alteradas a estímulos visuales, mayor temblor y un llanto muy agudo, lo cual podría indicar la existencia o desarrollo de problemas a nivel neurológico. En la escuela, los niños expuestos a la marihuana tienen más probabilidades de presentar carencias de aptitudes de resolución de problemas y razonamiento abstracto, habilidades verbales, memoria y capacidad de permanecer concentrados. Inclusive, se ha visto que a partir de los 10 años aparecen síntomas como ansiedad y depresión en los hijos de estas mujeres.
En conclusión, no existe evidencia clínica de buena calidad para recomendar el uso de cannabinoides durante el embarazo y el postparto. Asimismo, no existen estudios clínicos en humanos que sean aleatorizados y controlados con uso de cannabis durante el embarazo; además, muchos de los estudios que existen no excluyen el consumo combinado de cannabis con otras sustancias.
Por todo lo anterior, se recomienda que las mujeres embarazadas y/o lactantes no consuman cannabis. En el caso de las madres que acaban de dar a luz y consumen cannabis, deben consultar con el médico tratante que les recomendó el uso de marihuana, así como con el pediatra que atiende a su bebé.